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22 de Noviembre de 2024
Autor: Felipe Lemunguir
Los imprevistos financieros no avisan. Reparaciones del auto, gastos médicos inesperados o incluso la pérdida de empleo pueden poner en jaque tu estabilidad financiera. Es por esto que tener un fondo de emergencia es crucial para manejar cualquier situación imprevista sin tener que recurrir a préstamos o deudas de alto costo.
Un fondo de emergencia es esencialmente un “colchón” de dinero que te permite cubrir gastos inesperados sin alterar tus finanzas cotidianas ni afectar tus ahorros destinados a otros objetivos, como vacaciones o inversiones a largo plazo.
Alejandro Guzmán, economista conocido como “Doctor Bolsillo”, señala en las cápsulas de educación financiera de La Araucana —que puedes acceder con el siguiente enlace— la importancia del ahorro y de la planificación. Una de sus recomendaciones para poder tener un fondo de emergencia es “llevar un registro de todos los ingresos y gastos familiares”, para que así —según señala en este video— se pueda tener un orden respecto de lo que entra y sale del presupuesto y definir cuánto es para ahorrar y cuánto para “armar un fondo para enfrentar cualquier contingencia económica”.
¿Por qué es tan importante?
La función principal de un fondo de emergencia es brindarte tranquilidad financiera. Muchas familias chilenas no tienen ahorros suficientes para enfrentar un gasto imprevisto y esto las lleva a depender de créditos o a retrasar pagos, lo que puede crear un ciclo de endeudamiento difícil de romper.
Además de esto, la situación económica actual ha hecho que muchas personas se enfrenten a la inflación y al aumento del costo de vida, lo que hace aún más necesario contar con un respaldo financiero para emergencias.
Algunos imprevistos comunes que requieren un fondo de emergencia pueden ser gastos médicos no cubiertos por seguros, reparaciones del hogar o del auto, pérdida de empleo o reducción de ingresos. Sin un fondo de emergencia, enfrentarse a estos gastos puede obligarte a recurrir a tarjetas de crédito o préstamos con altas tasas de interés. Es por eso que la recomendación ideal es tener un colchón de ahorros que permita cubrir entre 3 a 6 meses de gastos fijos.
¿Cómo empezar a construir uno?
Construir un fondo de emergencia no es un proceso rápido, pero con pasos simples, es posible lograrlo sin sacrificar demasiado tu estilo de vida actual.
El primer paso es calcular cuánto necesitas en tu fondo de emergencia. Un buen punto de partida es ahorrar al menos el equivalente a tres meses de tus gastos fijos, como arriendo, alimentación, transporte y cuentas de servicios. Si trabajas de forma independiente o tus ingresos no son constantes, puede que necesites un monto mayor, idealmente entre 6 a 9 meses de gastos.
Una vez que hayas definido la meta, el siguiente paso es hacer que el proceso de ahorro sea automático. Esto puede ser tan simple como configurar una transferencia automática mensual desde tu cuenta corriente a una cuenta de ahorro exclusiva para emergencias. Recuerda que cada pequeño aporte cuenta: destinar un 5% o 10% de tu sueldo puede marcar una gran diferencia a largo plazo.
El fondo de emergencia debe estar accesible y seguro. Algunas opciones recomendadas pueden ser una cuenta de ahorro, que es la opción más segura y de fácil acceso; o fondos mutuos conservadores, que pueden ofrecerte algo de rentabilidad mientras mantienes el dinero disponible a corto plazo.
Para aquellos que buscan opciones seguras y convenientes para resguardar sus ahorros, La Araucana ofrece un fondo mutuo exclusivo con beneficios especiales para sus afiliados. Este fondo mutuo se destaca por su baja comisión y está diseñado para ser de bajo riesgo, ideal para un fondo de emergencia. Además, los afiliados y afiliadas pueden acceder al beneficio de descuento por planilla con una inversión mínima de $10.000, y el proceso es completamente online, asegurando así una forma accesible y eficiente de proteger tu dinero sin complicaciones.
Por lo mismo, evita colocar este dinero en productos de inversión de alto riesgo, como las acciones. En caso de que necesites retirar los fondos rápidamente, podrías enfrentar pérdidas si el mercado no está en un buen momento.
Reglas básicas para mantener tu fondo de emergencia
Es fácil confundir una emergencia con gastos que puedes prever, como vacaciones o compras importantes. Asegúrate de que este fondo solo se utilice para situaciones imprevistas.
Si has tenido que recurrir a tu fondo de emergencia, asegúrate de reponerlo lo antes posible para que esté listo para futuras necesidades.
A medida que tus ingresos o responsabilidades cambian (como la llegada de un hijo o un cambio de empleo), ajusta el tamaño de tu fondo de emergencia para reflejar esos cambios.
Consejos adicionales para construir tu fondo
Corta gastos innecesarios. ¿Cómo? Revisa tu presupuesto mensual y recorta cualquier gasto no esencial. Esa suscripción que ya no utilizas o esas salidas a comer frecuentes pueden convertirse en una contribución a tu fondo.
Si recibes bonos, devoluciones de impuestos o ingresos inesperados, destina una parte de ellos a tu fondo de emergencia.
Utiliza herramientas de planificación financiera que pueden ayudarte a monitorear tus gastos y mantenerte al tanto de tu progreso hacia el ahorro de tu fondo.