5 de Agosto de 2024

Autor: Felipe Lemunguir

Durante el invierno se crea una atmósfera especial. Las hojas crean alfombras de colores en las calles, mientras la escarcha matutina decora el pasto con un brillo helado. Las tardes se acortan cada vez más, cediendo rápidamente a noches largas y estrelladas. Mientras las lluvias esporádicas adornan los paisajes y humedecen el aire, el frío se aferra, persistente.

 

Esa será la tónica de los próximos meses, porque pronto se instalará La Niña, este fenómeno climático que trae consigo menos precipitaciones y más temperaturas bajas, tanto mínimas como máximas. Y las bajas temperaturas hacen que las prendas de abrigo, estufas, calefactores y otros elementos se vuelvan los protagonistas de nuestros días y noches para entrar en calor.

 

Por eso, calefaccionar el hogar es muy importante. Sin embargo, también puede suponer un aumento considerable en la cuenta del gas o de la luz, o también de parafina. Eso sí, siguiendo algunas buenas prácticas es posible evitar gastos innecesarios y ahorrar un poco de dinero.

 

Aísla tu hogar y combate el frío. Una de las claves para mantener el calor dentro y el frío afuera es tener la casa bien aislada. De esa forma, independiente del método que estemos usando para calentar el hogar, evitaremos que el viento helado entre por algún lugar indeseado y la temperatura no alcance un nivel ideal.

 

Pero ¿cómo se consigue esto? Una de las primeras medidas, y más económicas, que se puede implementar es sellar las puertas y ventanas de la casa. Para las primeras se pueden utilizar burletes –los seis metros pueden costar unos $7.000–, estas tiras de goma o de tela que se colocan debajo de la puerta, mientras que para las ventanas es posible utilizar masilla en caso de que tengan alguna filtración de aire.

 

Otra medida, aunque requiere de una buena inversión, son las ventanas termopaneles, que aseguran la aislación térmica y acústica.

Aprovecha las persianas y cortinas. Una excelente idea es poner cortinas gruesas que eviten la entrada del frío. Mantenlas arriba en días soleados para que los rayos del sol también ayuden a calentar la casa. Por la tarde noche, o cuando el sol deje de apuntar en esa dirección, cierra las cortinas para evitar la pérdida de calor. Este simple hábito puede ayudar a reducir el uso de la calefacción​.

 

Ventila la casa temprano. Siempre es necesario ventilar la casa, incluso en invierno, para mantener una buena calidad del aire al interior. Lo más adecuado es abrir todas las ventanas por la mañana durante unos 10 minutos, y evitar hacerlo al mediodía o por la tarde cuando el hogar ya cuenta con calor acumulado. Así se requiere menos energía para recuperar la temperatura ideal.

 

Aprovecha los textiles de invierno. Utiliza alfombras, mantas de lana o sábanas de franela para mantener el calor en la casa. Estas ropas actúan como aislantes y protegen del frío, lo que permite depender menos de la calefacción –y utilizarla en tiempos más acotados– sin perder confort.

 

Cierra las habitaciones que no utilices. Es uno de los trucos infalibles: cerrar las puertas de las habitaciones que no se están usando o no se utilizan frecuentemente para evitar calentar espacios innecesariamente. Así se consigue que la calefacción se concentre en las áreas donde más se necesite, y se optimiza el consumo de energía​.

 

Aprovecha tus descuentos. Los afiliados a La Araucana pueden aprovechar descuentos en la compra de gas, una de las fuentes tradicionales de calefacción en muchos hogares chilenos. La Araucana ofrece hasta $5.000 de descuento en cargas de gas en Lipigas, Gasco y Gas HN. Además de otros beneficios adicionales para reducir los costos de calefacción.

 

Con estos consejos podrás calefaccionar de forma más eficiente tu hogar y así ahorrar un poco de dinero. ¡Pruébalos y disfruta de un hogar cálido y eficiente este invierno!

X